domingo, 12 de abril de 2009

DIFERENTES CRITERIOS EN LA EDUCACIÓN MARÍTIMA

Durante muchos años, unos de los temas de conversación que despierta más diferencias entre mis colegas de profesión de mi país y yo, es precisamente la manera de entender y abordar la formación náutica en Venezuela y en el resto del mundo.

Con profundo pesar debo confesar y reconocer mi gran decepción con respecto al funcionamiento general de nuestra Marina Mercante de Venezuela, de la cual somos miembros activos toda la vida, independientemente de la labor que desarrollemos, seguimos siendo marinos antes que nada, y es gracias a esa profesión que muchos de nuestros colegas, en los cuales me incluyo, estamos desempeñando cargos con funciones  importantes a nivel mundial.

En cuanto a mi percepción sobre la formación actual de los futuros oficiales, aquí comienza la brecha que me hace discrepar más con mis colegas venezolanos, estoy colaborando como formador de oficiales Europeos, y los paradigmas son completamente diferentes. 

Nuestra ENV (Escuela Náutica de Venezuela), mucho me costó entenderlo y aceptarlo, por suerte o por desgracia, fue cerrada y clausurada el 07 de julio de 2000, y se abrió otra institución, de la cual egresamos, llamada UMC (Universidad Marítima del Caribe), que lamentablemente, en sus inicios, nació viciada, porque se cometió uno de los peores errores que se pueden cometer al crear una Universidad, se importaron los vicios de años anteriores, se importaron problemas de origen, se nos dejó un uniforme que se irrespetó para siempre, porque dos ideas como las de un sistema militarizado y la de una Universidad de libre pensamiento, no pueden comulgar por más que se intente, y como esta cohesión ideológica es inviable, se estableció la mezcla nada homogénea que hoy tenemos, que, en buen refranero venezolano diríamos: "no es ni chicha ni limonada", sin decirles a los estudiantes nada sobre el respeto a nuestras prendas, a nuestro uniforme y a nuestros emblemas institucionales, que van más allá incluso de nuestra historia nacional, y se remontan a milenarios tiempos que homenajean los inicios en sí de la navegación maritima. 

Como siempre digo, la historia de la UMC es la misma historia de Venezuela en pequeñito, hemos crecido y sido prósperos  a la par, y nos estamos sucumbiendo en un abismo cuando nuestro país también lo hace... , así que en nuestra preparación está la diferencia, en copar nuestros espacio y establecer nuestra propia forma de hacer las cosas está la diferencia que nos hará separarnos de la mediocridad reinante.

Decía Voltaire que "Los errores históricos seducen a naciones enteras" creo que es una gran ilustración de nuestra realidad...

Para mi la universidad tendría que definirse de una vez por todas, si nos quedamos con nuestra antigua doctrina, uniformes, reglamentos, guardias etc. (como hacen algunas academias estadounidenses) pues que se haga como debe ser, y no condenar a la vergüenza a la institución como se hace ahora, o si por otro lado, se quiere tomar un rumbo Universitario (con el cual yome identifico), pues que lo hagan de verdad, lo que lamento es que se aprovechan de las ventajas que cada una de las tendencias le dan a las autoridades...por ejemplo: Como mantienen doctrina antigua, los estudiantes no pueden hacer una junta de estudiantes o una delegación de estudiantes, como Dios manda, no tienen los derechos que garantizan las Universidades a nivel mundial etc; y tampoco son cadetes, porque mal-portan un uniforme en deprimentes condiciones, vergonzosas por cierto, lo que hasta cierto punto es una afrenta a esas antiguas tradicviones,... por eso digo, que ni es chicha ni es limonada... en fin que las cosas no se están haciendo mal sino muy mal...., pero lo más importante es que pueden mejorar y lo harán.

Por todo lo que te digo arriba me he retirado de diversos foros de colegas, donde la poca preparación intelectual, hacen inviable que nos entendamos en los mismos términos... porque o se arregla el arroz con mango ese que tenemos, o poco podremos hacer de cara a un futuro...

Sinceramente,

Jesús Ezequiel Martínez Marín.