Todo
comenzó cerca del año 2000 cuando embarcado en Stolt Nielsen, por fin coincidí
con un mentor Inglés, era el Jefe de Máquinas, todo un Gentleman, que siempre a
la hora de hablar se dirigía a las personas con “Mister” precedido de ese
famoso My dear (Mi estimado), demostrando un toque de elegancia en su
vocabulario, que inspiraba a aprender aquel inglés.
Confieso
que nunca he logrado su acento, tal vez por haber navegado también con
tripulación Británica-India, que hablan a gran velocidad, y eso afectó mi
dicción.
Desde
entonces, en lugar de decir “Mi apreciado o mi apreciada”, suelo usar el “My
dear”, lo mismo con el Míster, con el que a muchos amigos, de habla no inglesa,
solemos llamarnos entre nosotros.
El “My
Dear” lo uso el día a día, indiferentemente con compañeros y compañeras, y
reconozco que da ese toque de respeto y elegancia que pretende, incluso la
distancia necesaria, que se auto-ajusta según el interlocutor, pasando de los
muy cercanos a los más distantes con el mismo “My dear”; lástima que en
castellano no exista un término tan acertado como este…
Ph.D Nautical Sciences & Engineering & Marine Deck Officer.
Professor @ Faculty of Nautical Studies of the UPC.